Características
Las peculiaridades del clima, del suelo y de la vegetación de Galicia dan lugar a diversas mieles de muy diferentes características y sabores. Con todo, y pensando en el consumidor, la Miel de Galicia, así etiquetada por el Consejo Regulador de la I.G.P., debe reunir los requisitos señalados en la Norma de Calidad relativa a la miel y los propios restrictivos de la I.G.P., Miel de Galicia.
Los parámetros que recoge esta normativa de consumo y comercialización son:
- Un máximo de humedad del 18,5%
- Una actividad diastásica superior a 9 en la escala de Schade, a excepción de las mieles con bajo contenido enzimático, en los que deberá ser superior a 4 (siempre que el hidroximetilfurfural no exceda de 10 mg/kg.)
- Un máximo de 28 mg/kg. de hidroximetilfurfural
- Un espectro polínico que en su totalidad debe corresponder al propio de Galicia en función de los pólenes mayoritarios y al porcentaje mínimo exigido para su monofloralidad
- Unas calidades organolépticas que se correspondan con su origen botánico en lo que respecta al color, al olor y al sabor
La miel puede presentarse de diversas formas, siendo la más habitual el envasado en botes en estado líquido. Con todo, también se puede ver en panales, para comerla entera. Además, por sus características, la miel tiende a volverse cremosa y densa y puede llegar incluso a cristalizar. Este es un estado perfectamente habitual de la miel, y cuando se presenta de esta forma sigue conservando todas sus propiedades nutritivas y terapéuticas. Si se prefiere consumir líquida se puede licuar al baño maría suave la porción que se vaya a consumir.
Tipos de Miel
Aunque la Miel de Galicia es una denominación única, en su seno encontramos diferentes sabores, texturas y paladares, dependiendo de las flores que le dan su origen. Una gran mayoría de la miel gallega es de milflores. En su elaboración no predomina un origen concreto y procede de las diversas flores de los alrededores de la colmena. Pero, además, en Galicia se producen sabrosos tipos de miel monofloral.
Multifloral
Las abejas liban el néctar de un amplio abanico de especies para producir una miel con identidad propia. Entre estas flores se encuentran aquellas que tienen capacidad para la producción de mieles monoflorares, a las que se suman otras muchas que mejoran y perfeccionan el producto. Por esto mismo, no toda la miel de milflores tiene la misma textura o el mismo paladar. La miel de las zonas costeras procede de la flor del eucalipto y de otras especies como el “salgueiro”, o plantas de la familia de las boragináceas, de las compuestas (diente de león, “leitaruga”, cardos…) de las crucíferas, de las leguminosas y de las rosáceas. En las zonas de interior, además del castaño, la silva y las “queirogas”, plantas leguminosas y campanuláceas y, en menor medida, labiadas y crucíferas, condicionan la producción de una miel netamente diferente a la de la franja costera.
Eucalipto
El eucalipto, como resultado de las intensivas repoblaciones practicadas, marca decisivamente la producción de miel de la costa gallega. La miel del eucalipto es de color ámbar claro o ámbar, olor floral que por lo general presenta toques a cera. El sabor predominante es el doce, que se suele complementar con ácido, aunque también puede detectarse sabor salado. La zona de producción de esta miel se extiende sobre todo por las Rías Baixas, en la comarca de A Coruña, en Ferrolterra y en la Marina Lucense.
Castaño
En las comarcas gallegas del interior a especie arbórea de mayor interese para la elaboración de la miel es el castaño. Esta miel es de color ámbar a oscuro a veces con tonos rojizos. Olor preferentemente vegetal. El sabor predominante es el doce, que se suele complementar con salado, aunque también puede detectarse sabor amargo y/o ácido. Puede presentar astringencia. Se produce principalmente en los sotos de Lugo y Ourense (destacando las comarcas de Fonsagrada, A Ulloa, Ancares, Courel, Sierra de Manzaneda, Sano Mamede, Invernadero, Valle del Sil, Bolo, Valdeorras y la raya ourensana), provincia de A Coruña y la zona norte y las comarcas que lindan con la provincia de Lugo son las mejores para producir esta miel.
Brezo
Una gran parte del territorio gallego está cubierto de matorral. El brezo es precisamente la planta de este tipo de vegetación que permite una mayor producción de miel monofloral. Elaborada en las zonas de montaña, la miel de brezo se caracteriza por un color que varía desde el ámbar, al ámbar oscuro u oscuro con tonos rojizos. El olor es vegetal pero también puede presentar olor floral y el sabor predominante es el doce, que se suele complementar con amargo, aunque también puede detectarse sabor salado y/o ácido. Entre las zonas de mayor producción de este tipo de miel destacan A Fonsagrada y O Courel (Lugo), la Sierra de Capelada y la comarca de las Pontes, en el este de la provincia de A Coruña, y las comarcas orientales de la provincia de Ourense.
Zarzamora
La abundante aparición de matorrales mixtos de plantas rosáceas, entre las que sobresalen por su presencia las zarzas, permite la producción de mieles monoflorales. La miel de zarzamora adquiere en Galicia color ámbar claro a ámbar oscuro, olor floral y/o afrutado. El sabor es fundamentalmente dulce, aunque también puede detectarse sabor ácido y/o salado y/o amargo. Las principales zonas de producción son al sur de la provincia de Lugo (comarca de Lemos y Sarria), el centro-sur de la provincia de Ourense y ocasionalmente algunos lugares de la provincia de A Coruña.
Miel de mielada
En la actualidad es uno de los principales tipos de miel de las comarcas del interior de nuestra área geográfica, siendo las principales zonas en las que se produce Ourense y el sur de la provincia de Lugo. Se trata de un tipo de miel que se produce a partir de las secreciones de robles, mayoritariamente de la especie Quercus pyrenaica, en el que destaca la presencia de los tipos polínicos de castaño, zarzamora y brezos. Se caracteriza por tener un color ámbar oscuro a oscuro y frecuentemente olor vegetal. El sabor es dulce, pudiendo detectarse sabor salado y/o amargo.